martes, 21 de junio de 2011

Decepción...

Anoche, cuando crei que todo había acabado por ese momento una plática surgió...
Era David, que tenía algo que decirme. Si hubiera sabido lo que me iba a decir, tal vez hubiera intentado reflexionar un poco mas sobre eso.
Tenía un presentimiento, en el fondo yo sabía que lo que quería decirme no era algo que me agradaría, al contrario, era algo que me hundiría en un profundo mar de dolor, pero aún asi tranquilamente lo escuché, o mejor dicho, leí lo que escribía.
Quisiera que esto fuera sólo una pesadilla, pero no lo es. Lo que me dijo no sólo me dolió, me decepcionó en cierto punto, tal vez no pueda entender lo que hago, o lo que digo, mi manera de luchar es diferente, pero ya no me queda de otra que dejarlo ir...
Una vez mas entregue mi corazón creyendo que todo saldría bien, pero al igual que las demas veces terminé lastimada, aun cuando no haya sido intensional, es algo que no se pudo evitar.
Entonces, de ser asi, ¿de qué sirve que entregue mi corazón?
Me duele ver como acabaron las cosas y no poder hacer nada para cambiarlo.
Una vez mas quisiera no estar aqui, quisiera irme y dejar atras todo y a todos, quisiera olvidar, una vez mas me veo obligada a quedarme sólo con los buenos recuerdos, creo que me estoy volviendo experta en eso, tuve que hacerlo con Jack, ¿por qué no con David?
Hoy hablando con mis amigas Saraí y Flor llegamos a la conclusión de que ya cada una tiene su propio adjetivo, las tres somos La cornuda, La abandonada y La utilizada...
Suena gracioso cuando lo decimos, tal vez es nuestra manera de jugar con lo que pasa y dejar atras un poco lo que sentimos, pero nos quedan demasiado bien. (prefiero no decir quien es quien).
Mi forma de pensar se modificó en un aspecto: creo que es un poco egoísta pensar que solamente le puedo dar una oportunidad a una persona, todos cometemos errores, algunos graves, otros no tanto, pero supongo que es un error mío negar una segunda oportunidad a menos de que en verdad sepa que no funcionará...